sábado, 20 de junio de 2009

QUE NOS PROPONEN: ARISTÓTELES, TOMÁS DE AQUINO Y KANT, RESPECTO A LO ÉTICO

Puede decirse que el Bien el factor común en los tres casos, solo varia en cuento el modo de concebirlo y las leyes que lo regulan.

En primer lugar Aristóteles habla de que nuestros actos persiguen o deben perseguir siempre un fin que es el Bien, pero no un bien individual sino uno que este pensado para la colectividad, o sea el fin último es el bien soberano. Y al conseguir esto inevitablemente va a causar en nosotros un sentimiento de felicidad, ya que siempre que se actúa y se toman decisiones correctas y buenas, nosotros indirectamente y sin perseguirlo estaremos obteniendo a cambio felicidad convirtiéndonos en seres virtuosos. Pero Aristóteles no habla de la felicidad como el único y más grande objetivo de los Seres Humanos, ya que el ser feliz viene por ende al proceder y obrar bien, si los hombres estuviéramos buscando siempre la felicidad individual entonces nuestro proceder no sería el más adecuado ya que estaríamos buscando sin duda un bien individual y se actuaría de forma egoísta cayendo el los excesos alejándonos de la virtuosidad ya que el exceso la destruye.

Aristóteles no se basa en una ética de la felicidad, porque para él el hombre debe de buscar siempre un fin colectivo basándose o teniendo como base virtudes ya sea morales o intelectuales, sin caer en excesos ni defectos como el los llama, no se debe tener como fin o meta última la felicidad, ya que esta viene a consecuencia de comportarse y ejercer acciones en bien de todos, gracias al intervenir de un hombre bueno.

Por su parte Tomás de Aquino guarda una estrecha relación entre la ley Eterna y la ley Natural, ya que son complementarias.
La ley eterna indica el orden que necesariamente deben guardar los actos de los seres creados y que son obra de la razón divina; la razón de dios, en cuanto establece este orden, es la ley eterna, y en cuanto esta impresa en cada criatura es la ley natural.
La ley natural siempre pertenece al hombre ya que esta impresa en nuestros corazones puede modificarse pero nunca ser borrada totalmente, se sigue de la naturaleza del hombre y la razón del hombre es una sola. Aquino también menciona las virtudes en las que al parecer todos los actos virtuosos pertenecen a la ley natural, y es propio de la ley natural ordenar el bien común, pecar sería entonces un acto antinatural ya que se iría en contra de la ley eterna. Aunque esta no se ala misma para todos.

En cambio la ética de Kant es una ética individualista, ya que se apega a la autonomía del individuo y sitúa su propia voluntad como principio supremo.
Para Kant la libertad es la capacidad de los seres racionales para determinarse a obrar según leyes de otra índole que las naturales, ya sean las humanas o divinas.
Él habla de la libertad de nuestra voluntad sin ser determinada por ninguna otra cosa que no sea ella misma. En su razón práctica menciona la existencia de la liberalidad la cual no puede ser demostrada por razón teórica, pero que sin embargo está tiene la necesidad de creerse y coexistir. Ésta encaja perfectamente con uno de los principios supremos de la bioética que es el de autonomía y la libertad de acción, con derecho a errar y a acertar siempre respetando decisiones individuales. Pero a la vez sería delimitada por el principio de no maleficencia donde si puedes actuar conforme a tu parecer pero sin afectar a terceros, al contrario si puedes hacer tu voluntad pero al mismo tiempo ayudar y beneficiar a otros, o mejor aún obteniendo como consecuencia algo justo para consigo mismo como para alguien o algunos más.

Para concluir nos enfrentamos con dos tipos de razones; por una parte la recta razón de Aristóteles, y por la otra la razón practica de Kant.
Las cuales pueden llegar a tener ciertas semejanzas, por ejemplo el obrar bien puede llegar a no tener justificación teórica o no ser demostrada científicamente, pero no por ello deja de ser una buena acción. O por el contrario al actuar con liberalidad descuidar el bien obrar y faltar por tanto a la recta razón, al vez que no se esta obrando de manera correcta se afecta a terceros, pero al mismo tiempo que se ejerce el derecho a la autonomía de actos y toma decisiones.
Por tanto ambas razones como pueden complementarse también pueden diferir y contradecirse, dicho de otra menara pueden agradarse o contraponerse.

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