miércoles, 17 de junio de 2009

LAS DANZAS DE LOS NEGROS Y DE LOS ESPEJOS

La danza de los negros se conoce como la danza grande y se compone también de una danza chica, mejor conocida como danza de los espejos. Se afirma que ambas tuvieron inicio en la primera mitad del siglo XVI. Esta se compone del Monarca que es el guía del sacrificio que se rinde en tributo al niño Dios, las Malinches en símbolo de las princesas y los danzantes que son los acompañantes del monarca para celebrar la fiesta.
El Monarca lleva un Cupido de carrizo, una máscara blanca, en una mano una sonaja y en la otra una palma con la que indica los movimientos que deben realizarse durante la danza. Las Malinches son niñas vestidas de blanco, se les permite participar hasta la edad de 12 años, los danzantes también son niños, usan una vestimenta igual a la del monarca. Todos los integrantes deben ser miembros de la comunidad indígena (Comunidad, Danza de los negros, 2001).
El monarca llega a la enramada aproximadamente a las 8:30 de la noche. Para esta hora los danzantes negros están completos y significa que el baile está a punto de terminar. Es entoces cuando se fusionan la danza de los negritos y la de los espejos. El Monarca es el encargado de culminar el ritual. Los movimientos que él ejecuta sólo los puede realizar el provincia debido a el cargo que ocupan dentro de la tradición y de la comunidad indígena. Finalizado el rito se realiza una peregrinación para regresar al niño de la cofradía a su altar. En esta proseción participan los danzantes mezclados con personas de la comunidad. La gente avanza entre la música, el baile, oraciones y cantos hasta el lugar en el que debe repozar el niñito para al día siguiente repetir los acontecimientos.
A pesar de que la comunidad de Jiquilpan se encuentre dividida en grupos, cuando se trata de mostrar su esencia, su cultura o su historia estos se funden obteniendo una sola masa que, aunque heterogénea, permite distinguirlos de otros y enriquecerlos con las experiencias propias.
La danza de los negritos ha sobrevivido a los cambios. Sus creadores siguen adaptándola a las transformaciones que los nuevos tiempos requieren. A las hibridaciones culturales que los fenómenos migratorios obligan. A la diersidad ideológica de quienes las heredan y a la perseverancia de quienes las reciben.
· Comunidad Indígena, Proyecto que pide la comunidad indígena de Jiquilpan, Michoacán; para su danza tradicional de los negros, 2001

No hay comentarios:

Publicar un comentario