martes, 30 de junio de 2009

Mañanitas a la Virgen de Guadalupe: lugar de encuentro (segunda parte)

Celebración

Las Mañanitas es una canción popular mexicana del dominio público que se canta con motivo de celebrar a una persona por su onomástico o cumpleaños. De la misma forma la población católica rinde culto a la Virgen de Guadalupe en los primeros días de diciembre, comenzando el día primero y culminando el 12.

Es costumbre que las Mañanitas sean cantadas durante la madrugada. En la letra tradicional se llama a despertar al festejado, además de que contiene referencias a los santos y a personajes bíblicos, lo que demuestra su origen mestizo.

En el caso de los días consagrados a la Virgen, la celebración consiste en una misa oficiada con apego a la liturgia cotidiana. Las llamadas a la congregación comienzan a las 5:30 de la madrugada. Durante el primer día el sacerdote da un pequeño preámbulo de lo que serán los festejos a lo largo de los doce días siguientes y, posteriormente comienzan los rezos del Rosario, terminando a las seis en punto, para dar paso a la misa.

El ritual se realiza casi sin cambios en todos los días. El Santuario es equipado con dispositivos más potentes de sonido para que las palabras del sacerdote lleguen a las personas que no alcanzaron lugar adentro del recinto y se encuentran en las escalinatas, o bien en el atrio. Pero, debido a la acústica generada por la ubicación del Santuario es posible escuchar también en otros sectores de la ciudad.

El sacerdote encargado de oficiar la misa, que por lo general resulta ser el encargado de la parroquia, acostumbra enfocar sus sermones en cuestiones como las cualidades demostradas por la Virgen, profundizando en su naturaleza divina, el dogma de su virginidad inmaculada y la entrega que demostró hacia Dios al aceptar ser la madre de su hijo.

El énfasis en tales aspectos de la moral cristiana configura el discurso esbozado alrededor de la figura que representa la Virgen de Guadalupe. Perfilada por el imaginario colectivo de la población católica como la madre no sólo de Dios, sino de todos los fieles.

El Santuario como espacio natural de congregación para los creyentes católicos sufre algunas alteraciones durante los días de la fiesta. Recibe cantidades de personas que no son cotidianas durante el resto del año, predomina la población jiquilpense, sin embargo es muy común ver a gente de poblaciones y rancherías aledañas a la ciudad. Otra presencia notoria es la de los migrantes que regresan para pasar las fiestas navideñas en sus lugares de origen.

El ambiente y la animosidad de los presentes durante la misa varían en diversas formas. En el interior del templo lleno hasta el punto de que hay muchos de pie, todo es solemnidad, pero es necesario hacer notar que estos feligreses en su mayoría son personas adultas o ya de la tercera edad.

En la escalinata, donde se congrega la mayoría de la gente, es normal ver a familias enteras incluso con niños pequeños. En general se trata de un grupo más heterogéneo en cuestión de edad y su atención está un poco más dispersa, algunos desayunan o platican, pero sin perturbar demasiado el orden.

En el atrio aunque el estado de ánimo no llega a ser festivo sí es mucho más despreocupado ya que la mayoría de quienes se encuentran ahí son jóvenes y adolescentes, quienes encuentran en la ocasión la oportunidad para socializar fuera de los horarios y lugares cotidianos, pues de otra forma no tendría sentido estar en ese lugar a esa hora. Sin embargo su presencia no es muy regular durante los doce días de festejos, debido a que mucho son estudiantes todavía.

Las misas suelen terminar aproximadamente a las siente de la mañana. Algunos se encaminan directamente a sus trabajos o escuelas pero otros acuden a los puestos ubicados en los corredores laterales del Santuario, o a las mesas instaladas afuera de las casas de los vecinos al lugar, que aprovechan la concurrencia para vender desayunos a los asistentes.

La calle Constitución, que sube desde la avenida las Palmas hasta el Santuario, se convierte durante esos días en un enorme pasillo por el que la gente coloca a ambos lados sus comedores improvisados. Algunos de los platillos ofrecidos son el menudo, los tamales, jugos, atole, tortas, entre otros.

A pesar de que la jornada laboral suele comenzar temprano, eso no le impide a la gente asistir con regularidad a las Mañanitas. Por lo general a las ocho de la mañana a más tardar las calles ya se encuentran limpias de puestos y la mayoría de la gente inmersa en sus ocupaciones cotidianas.

Durante el día doce, el más importante de los festejos en honor a la Virgen de Guadalupe, el Santuario esta repleto de gente a todas horas. Al ser día festivo muchos no tiene la obligación de trabajar o ir a la escuela. La fiesta comienza según como se venía practicando en los días anteriores, pero esta vez, al terminar la misa, las Mañanitas son entonadas con acompañamiento de mariachi.

Durante el resto de la mañana y buena parte de la tarde las celebraciones continúan con eventos deportivos y jornadas de oración. Posteriormente el atrio del Santuario pasa a ser el punto de reunión para la música y el baile hasta la medianoche, cuando el día termina.

Así terminan las tradicionales Mañanitas, que darán paso a las otras festividades típicas del fin de año: las posadas.

lunes, 29 de junio de 2009

Mañanitas a la Virgen de Guadalupe: lugar de encuentro

La primera impresión

Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe, celebración en la que se hace partícipe de forma masiva la población de Jiquilpan y de algunos lugares aledaños, suponen el inicio y preámbulo a los festejos de la Navidad y el Año Nuevo. Se llevan a cabo durante las horas de la madrugada (a partir de las 5:30 a.m.) en el Santuario consagrado a la Virgen durante los primeros doce días del mes de diciembre.

No se trata de una tradición particularmente jiquilpense, también es realizada de forma simultánea en muchas poblaciones de mayoría católica no sólo del estado de Michoacán sino de todo México, no obstante con rasgos distintivos en cada una de ellas.

Cabe decir a manera de marco social, que es durante el mes de diciembre cuando el índice de la población crece en un volumen considerable por causa del regreso temporal de algunos migrantes, sobre todo aquellos que radican en Estados Unidos, lo que añade un toque de mayor valor nostálgico y simbólico a las fechas.

Además de las Mañanitas, los festejos en honor a la Virgen de Guadalupe son capitalizados con eventos sociales y de índole religiosa, tales como procesiones, misas especiales, rosarios, encuentros deportivos, manifestaciones, etc. Si bien no es el propósito del presente trabajo profundizar en estos últimos, podrán servir como punto de referencia para el desarrollo posterior de algunas reflexiones.



El Santuario

El panorama urbano en muchas de las ciudades mexicanas con mayoría católica se ve rematado por la presencia de los templos, sin embargo, es frecuente que el recinto destinado a la adoración de la Virgen de Guadalupe esté ubicado en un lugar más alto, trátese de una colina o un cerro, con relación a los demás.

Lo anterior hunde sus raíces tanto en el pasado prehispánico como en el colonial de nuestro país. Era una práctica ritual entre algunos de las poblaciones indígenas nativas de Mesoamérica, el acudir a terrenos elevados con el fin de realizar ahí sus celebraciones. Durante la época de la conquista y la cristianización, algunos de los misioneros optaron por no modificar el peregrinaje de los nativos y los templos del nuevo credo fueron construidos sobre las ruinas de los antiguos lugares de veneración indígena.

No obstante lo anterior, existe la creencia católica de que fue la misma Virgen de Guadalupe en sus apariciones a Juan Diego hace más de doscientos años, quien ordenó que se le construyera un altar de adoración en el cerro del Tepeyac, y a partir de ese acontecimiento quedó instituido de manera divina el lugar que le corresponde en el mapa de las poblaciones.

En Jiquilpan no es la excepción, el Santuario fue construido en “la loma” como se conoce al sitio de forma corriente. Se llega a él por la calle Constitución, perpendicular a la avenida principal llamada Lázaro Cárdenas. Lo precede una portada con dos arcos para permitir el paso de los vehículos en ambos sentidos. Tal portada está adornada con representaciones pictóricas de la Virgen, Juan Diego y la Basílica de Guadalupe en el D. F.

El terreno que ocupa el Santuario es muy amplio, y está dividido en tres secciones: la primera es el estacionamiento cuyos espacios son acondicionados en las celebraciones especiales como las Mañanitas para que vendedores de artículos religiosos y desayunos puedan establecerse; la segunda que hace las veces de atrio y la tercera a la cual se tiene acceso por una escalinata, constituye el edificio propiamente dicho.

La undécima musa

Pita Amor, de nombre completo Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, también conocida como la Undécima Musa, fue una poetisa mexicana nacida en el año de 1918. Su vida y obra, peculiares en muchos sentidos, han contribuido a crear una mitología alrededor de su persona, trascendiendo las barreras del tiempo hasta el punto de equipararla con otra escritora inolvidable: Sor Juana Inés de la Cruz.

Nacida en el seno de una familia aristócrata venida a menos por el colapso económico que trajo consigo la revolución. Hija de don Emmanuel Amor Subervielle y doña Carolina Schmidtlein García Teruel. Desde pequeña comenzaron a llamarla Pita, pues nunca manifestó gusto alguno por sus nombres de pila.

Encarnó el ideal romántico de la mujer contemporánea: insumisa, decidida, ambiciosa, indomable, altanera e inteligente. En su juventud y debido a su incomparable belleza, fue musa de poetas y modelo de pintores, tales como Diego Rivera, Raúl Anguiano, Juan Soriano, Roberto Montegro, entre otros. Fueron éstos acercamientos con la vida intelectual y cultural del país lo que despertó en ella la afición por las letras, la cual se manifestaría en forma definitiva algunos años después, contando con la aceptación y popularidad entre los círculos literarios nacionales y extranjeros.

Su obra, en la que encontramos resonancias que la ligan directamente a los clásicos de la literatura como Quevedo, Góngora y Sor Juana, hizo las delicias de los intelectuales de la época, al punto de ser elogiada por el filósofo Jean-Paul Sartre, quien encontró en la joven escritora una voz inconfundible en la que se manifestaban con un trato complejo y sencillo a la vez, las preocupaciones existencialistas que se encontraban en boga por aquellos años.

Nuestra relación con Dios, con la nada y con la muerte son algunas de las constantes en su poesía, expuestas mediante un rigor formal que las dota de una vitalidad no exenta de ironía e indiferencia. Algunas de sus publicaciones más importantes son: Puerta obstinada (1947); Círculo de angustia (1948); Polvo (1949); Décimas a Dios (1953); Sirviéndole a Dios, de hoguera (1958); Soy dueña del universo (1984). Además del poema dedicado a Gabriel Mistral, Yo soy mi casa (1946).

En su turbulenta vida personal experimentó de un mismo modo la aceptación y el rechazo, la admiración y la soledad. Ególatra, se hizo llamar la Diosa mientras gozó de notoriedad literaria. Nunca permaneció fiel a un hombre aunque tuvo un hijo que murió trágicamente cuando apenas contaba con un año y meses. Cayó en una profunda depresión y se retiró de la vida social por algunos años; cuando reapareció ya nada quedaba de aquella mujer bella y altanera. Murió en el año 2000 a los 81 años de edad; sin embargo su obra, como la buena literatura, permanece vigente. A continuación se insertan algunos de sus versos.

Shakespeare me llamó genial
Lópe de Vega infinita
Calderón, bruja maldita
Y Fray Luis la episcopal;
Quevedo, grande inmortal
Y Góngora la contrita.
Sor Juana, monja inaudita
y Bécquer la mayoral.
Rubén Darío, la hemorragia;
La hechicera de la magia.
Machado, la alucinante.
Villaurrutia, enajenante
García Lorca, la grandiosa.
¡Y yo me llamé la Diosa!

miércoles, 24 de junio de 2009

SMHAG ubíca campos de batalla de los cristeros

Un trabajo destacado es el que viene realizando la Sociedad Michoacana de Historia, Arqueología y Geografía AC en la región, ya que gracias al estudio que realiza de diferentes pasajes de la historia local, es como se han podido corroborar y encontrar nuevos datos que validan estudios previos; así, en dicha dinámica, en días anteriores la agrupación logró la ubicación de varios campos de batalla de la época de la guerra Cristera.
La sociedad llevó al estudio una serie de documentos históricos de los cuales se procedió a una revisión más a fondo, que incluyó la visita de algunos de los posibles lugares donde se dieron varios de los encuentros más importantes; para ello, echando mano de tecnología adecuada, se pudieron revisar diferentes espacios hasta que se dio con unos vestigios como son casquillos de bala que datan de 1919 a 1925, hebillas, herraduras, botones y otros objetos.
Con los hallazgos se pudo determinar la geo-ubicación del lugar, para hacer una reconstrucción a partir del suceso y los datos previos; con ello se construyeron las posiciones de ambos bandos, al tiempo que en dicho trabajo se encontraron trincheras improvisadas, por lo que se mantendrá una revisión exhaustiva para recabar más datos.
La agrupación, gracias a esta labor, podrá hacer una aportación más precisa de los sucesos que se dieron dentro de la zona, de un periodo en que dadas las circunstancias, no se tienen datos que ahora podrían ser complementados para entender los hechos históricos que tuvieron cabida en la región de la Ciénega desde diferentes perspectivas.
Cabe destacar que la zona es una de las más importantes a nivel nacional, ya que es donde nacieron algunos antecesores de lo que sería el movimiento de la Independencia de México. Personajes como Marcos Castellanos, con un plantón en la isla de Mezcala, son el antecedente más cercano a la resistencia que se generaría poco después en el corazón de la República Mexicana.

tesmonios de insurgentes de la region 1ra. parte

Sahuayo, Michoacán.- La Sociedad Michoacana de Historia, Arqueología y Geografía (SMHAG) ha dado un paso importante al iniciar el proceso de rescate y digitalización del acervo histórico con el que cuenta la parroquia de Santiago Apóstol, uno de los espacios más importantes de la ciudad donde se tiene almacenado material que data desde antes de 1700, en el cual hay varios documentos que dan testimonio de los insurgentes que hubo en la región de la Ciénega.
Gabriel Montes, presidente de la SMHAG, reconoció que el rescate de los materiales se dio a través de un convenio que se estableció entre la agrupación y la citada parroquia, donde se encuentran más de 10 mil libros con datos precisos en los que se pueden identificar varios periodos de la vida social y política de la zona.
Entre los materiales están los Libros Sacramentales en los que se tiene el registro de las bodas, bautizos, matrimonios y defunciones; en otro apartado del archivo se tienen los libros de Providencia, en los que se asentaba la información general de la comunidad; es en estos documentos donde se encontró una relación de insurgentes michoacanos.

documentos que dan testimonio de los insurgentes que hubo en la region 2da. parte

El rescate del archivo se realiza ante la destrucción que sufren los textos, por la presencia de polillas y factores climáticos que han hecho que algunos escritos pierdan legibilidad o se deshojen, por lo que su pérdida será irremediable e irremplazable.

En la primera revisión que hicieron del acervo, se pudo detectar que faltan algunos libros que corresponden al periodo de inicio de la Independencia de México y que datan de entre 1810 y 1821; se estima que dichos materiales podrían aportar datos más fehacientes sobre el movimiento de liberación de la nación del dominio español.

Lo más interesante del caso es que en dicho acervo se cuenta con materiales de diferentes comunidades de la zona, desde antes de que se dieran algunas divisiones geográficas de los actuales municipios

martes, 23 de junio de 2009

Paséele………paséele


El trasplante de órganos de un donante vivo se esta haciendo una práctica cada vez más común, pareciera ser un signo de bienvenida para este nuevo milenio, como una forma de subsistir económicamente en una “realidad” que acepta se comercialice incluso con órganos, tejidos o células pertenecientes a personas vivas, lo que se traduce en un problema ético y moral ya que teóricamente el trasplante debe de ser concebido como una mejora a la calidad de vida, sin embargo cuando se busca un beneficio económico deja de ser un apoyo hacia otros y se convierte en un sostén propio, es en casos como estos que se convierte en un estudio para la Bioética.

Desde la perspectiva del comercio, la definición de este concepto puede resumirse en la compra y venta de bienes y servicios, sea para su uso, para su venta o para su transformación. Entonces el trasplante de órganos se vuelve una práctica asociada al beneficio económico.

Actualmente muchas personas venden su cuerpo porque necesitan comer y pagar la renta, o cubrir compromisos contraídos; y ante la realidad de el uso masivo de internet se ha dado que en sitios de compra y venta de artículos, se pongan anuncios ofreciendo partes del cuerpo humano a precios elevados. La forma tradicional de acudir a un centro médico donde se les diga claramente el procedimiento y la finalidad, de que las personas se registren para una transacción de esta naturaleza, incumple con estos requisitos y se convierte en la búsqueda, por parte del donante, del mejor postor al margen del que en un primer momento fuera el de beneficiar la salud.

La venta de órganos es convertida en una práctica de modus vivendi, teniendo como difusor del negocio al internet, donde prácticamente el vendedor puede subir la información que quiere que aparezca y el precio que piensa que puede ser el mejor para su conveniencia, teniendo la posibilidad de omitir detalles o afirmando algunas circunstancias sin que sean corroboradas por algún médico o alguna clínica, dejando todo el proceso en manos del comerciante para ver quién es el mejor postor

El contribuir a mejorar la vida de alguien más sin recibir ni esperar algo a cambio apoya a la bioética y en cierto punto favorece al criterio del individuo al relacionar lo que se puede convertir en un negocio y lo que debería ser mejor tomado como un regalo de vida.