miércoles, 1 de julio de 2009

Glam metal: ¿Hibridación o agresión cultural? (primera parte)

Introducción

El examen que Canclini hace sobre la modernidad es tan amplio y heterogéneo en sus dimensiones conceptuales que permite abordar, desde posturas cambiantes o contradictorias, cualquier indicio de reconversión que implique al mismo tiempo una diferenciación en el orden simbólico, el cual se justifica por pautas culturales en permanente reordenamiento y búsqueda de autenticidad.

Las formas de apropiación de lo moderno, surgidas como resultado de la lógica del consumo tienden a generar la masificación. Se ponen a prueba los límites en los que se fundaba la concepción de autonomía de los campos de producción cultural, ya que es necesario para satisfacer las demandas generadas por las hegemonías económicas, el contar con un sustento que legitime sus posturas dominantes frente a las otras clases. Como ejemplo de lo anterior y tema de mi ensayo decidí enfocarme en la moda, específicamente la surgida en los años ochenta, en el contexto musical y estético que se denominó Glam metal.

Antecedentes

El Glam metal, que fue denominado despectivamente por algunos de sus críticos como hair metal, tiene sus orígenes en la década de los sesentas. Fueron muchos y muy diversos los artistas y las tendencias que propiciaron su aparición, quizá por eso es que se hable en ocasiones de la indefinición y ambigüedad del término con respecto de los grupos musicales que son considerados parte de este género; pero a grades rasgos se trata de una derivación del glam rock británico desarrollado en los años sesentas y setentas.

Sus influencias más próximas fueron grupos como New York Dolls, T-Rex, Alice Cooper, Roxy Music, The Human League, Kiss, Whitesnake, Aerosmith y David Bowie. Todos ellos populares y conocidos por su música innovadora que recogía sonidos del pop y del rock psicodélico, de igual forma por la teatralidad de sus actuaciones en vivo a las que añadían elementos dramáticos y de performance; pero sobre todo por su apariencia, la cual se construía con un perfil andrógino recurriendo al maquillaje exagerado y la utilización de prendas estrafalarias, inspiradas en el travestismo y la liberación sexual, temas en boga por esos tiempos, los trajes futuristas brillantes, las botas con plataforma, los peinados imposibles y los kilos de maquillaje. El objetivo de tal indumentaria era manifestarse en contra de la imagen del macho-rock.

Cabe decir que el término glam es un apócope de la palabra glamour, lo que nos remite al ideal hedonista que tenían en común los grupos y artistas que se inscribían dentro del género. Algunos de sus representantes más significativos como Marc Bolan del grupo T-Rex y David Bowie trascendieron su papel de músicos y fueron requeridos para representar papeles en el cine, debido a su celebridad y a la influencia que ejercían en su época de mayor actividad.

En años recientes se ha dado un rescate de la propuesta artística que nos dejaron aquellas agrupaciones. Se han filmado películas con temáticas relacionadas al glam rock y sus figuras icónicas; de igual forma la apropiación de la vestimenta característica del género por parte de la moda ha vuelto a surgir como parte de las tendencias retro.

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